Con una amplia trayectoria, el arquitecto español Rafael Moneo es uno de los profesionales con mayor experiencia internacional en el desarrollo de proyectos de escala urbana. No pertenece a los círculos mas "chic" como el grupo de Holandeses y otros, pero trabaja dejando su huella en ciudades excepcionales, algunas de las cuales son hoy parte de esta galería de fotos que desde LlanoFotografía queremos compartirles.
Para mi trabajo es muy importante recorrer y pasear proyectos de renombre internacional cuando viajo, por ello siempre busco los edificios más interesantes de la ciudad y me acerco a ellos desde la distancia. Me interesa el primer encuentro con el volúmen, descubrir entre la ciudad un edificio excepcional porque entiendo el impacto que este causa en el peatón. En esta imagen podemos ver la punta del Palacio de Congresos Kursaal, en San Sebastian, España. Su forma cúbica remata el bloque de construcciones "clásicas" y convierte la masa de edificios en un barco presto a zarpar por las aguas.
Luego del encuentro en la ciudad, el proyecto se recorre, es la famosa promenade, el paseo que revela al ojo educado y que motiva el transeúnte a buscar respuestas en la arquitectura. Moneo no tiene fórmula, no es el mismo aquí y allá. Su obra cambia según la ciudad, según el clima, según el uso. En Valladolid, encontramos el Museo de la Ciencia, un conjunto de edificios con una escala pequeña cuya cubierta metálica verde simula la geografía de los alrededores de la ciudad, colina tras colina se cubre una zona de exposición a la vez que los patios abiertos invitan a recorrer, a habitar y a entrar en el edificio.
Por su parte, la apuesta en Los Ángeles con la Iglesia de Santa Maria es opuesta, un solo edificio en el fondo del lote nos espera majestuoso, el recorrido de acceso es más distante y las escaleras nos llevan como en procesión hasta la cruz que cuelga de la fachada. Este edificio en cambio es un desierto, amarillo y naranja, una plaza y un ágora para la reunión de las masas. Adentro, la penumbra de los corredores se ilumina con luces puntuales, aberturas en el techo medidas que permiten el contacto del visitante con lo divino, con la iluminación.
Para Madrid, Moneo propone formas muy geométricas, el ladrillo es su principal protagonista, tanto el la Estación de Atocha como en la ampliación para el Museo El Prado su rigor pareciera no querer chocar abruptamente con siglos de historia. Se parece a las restauraciones modernas que de manera limpia dejan un testigo de lo nuevo vs. lo antiguo. Lo espacios de Moneo simulan una escala peatonal pero logran en sus interiores una sensación monumental.
Finalmente, en esta serie de fotografías arquitectónicas hechas por Jairo Llano, está el Moderna Museet en Estocolmo. Allí Moneo vuelve y se transforma, utiliza en el exterior tonos tierra y materiales de barro y arcilla, con la implantación salva una diferencia de altura de casi 4 pisos de diferencia entre el acceso y la parte posterior que mira hacia afuera de la isla en la que se localiza el museo, creando un mirador inspirador sobre las aguas que se funden con Estocolmo. El edificio por dentro se tranforma sus espacio amplios y blancos se tornan muy sutiles y es la obra la que se exalta. Es un contenedor de pintura, fotografía, escultura e instalaciones. Entrar allí, como en mucho museos es entrar en una caja de Pandora, todo puede suceder.
Si algún arquitecto internacional tiene la mezcla perfecta entre lo sutil y lo duradero ese es Rafael Moneo, una estrella que brilla de forma tenue cuyas obras tienen sello de garantía para el futuro. Algo así como la balanza contraria de Santiago Calatrava, otro grande aunque polémico arquitecto que espero abordar en otro momento, para mostrarles mis fotografías de su obra.
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